El Galaxy S25 Edge es el último experimento de Samsung en diseño de smartphones, con un asombroso grosor de 5,8 mm que da la sensación de estar sosteniendo una tarjeta fina más que un dispositivo de gama alta. Con un precio de $1.249, se sitúa entre el Galaxy S25 Plus y el S25 Ultra, creando un nivel completamente nuevo en la gama. Las primeras impresiones de la prensa tecnológica estadounidense han sido claras: este teléfono llama la atención, al menos visualmente.
A pesar de su delgadísimo perfil, Samsung promete no sacrificar la calidad de fabricación. La compañía se aferra a sus materiales de primera calidad, reutilizando el robusto marco de titanio visto en el S25 Ultra y actualizando a Gorilla Glass Ceramic 2 tanto en la parte delantera como en la trasera. ¿El resultado? Un dispositivo que parece increíblemente ligero pero sorprendentemente resistente, lo que da pie a algunas concesiones interesantes.
Un diseño atrevido con una construcción de primera
Coge el S25 Edge e inmediatamente te darás cuenta de por qué tanto alboroto. Con sólo 163 gramos, prácticamente flota en la palma de la mano. Marques Brownlee (MKBHD) lo ha resumido a la perfección: el teléfono parece normal hasta que lo coges, y entonces te quedas boquiabierto. Esa primera experiencia táctil es pura magia, mezcla de arte e ingeniería en un solo gesto.
Pero esta belleza no es sólo superficial. El uso de titanio y Gorilla Glass Ceramic 2 por parte de Samsung mantiene la resistencia del teléfono. Los analistas de The Verge confirman que no hay suavidad: el S25 Edge no parece más frágil que sus hermanos más gruesos. De hecho, muchos de los que lo probaron elogiaron cómo resiste los golpes y caídas cotidianos mejor de lo que esperaban. Si buscas estilo sin imprudencias, este dispositivo lo consigue.
Cuestionables contrapartidas en el rendimiento
Por supuesto, no se puede conseguir algo a cambio de nada. Al recortar milímetros, Samsung redujo la batería de 4.900 mAh en el S25 Plus a 3.900 mAh en el Edge. Sobre el papel, parece preocupante, y CNET no se anda con rodeos: "El mayor sacrificio es la capacidad de la batería". Esa batería más pequeña podría dejar a los usuarios más activos buscando un cargador antes de que acabe el día.
La fotografía también se ve afectada. El S25 Edge prescinde del teleobjetivo y se limita a dos sensores traseros. ZDNET señala que es posible que acabes debatiéndote entre el Edge y el S25 Plus más que entre el Edge y el rumoreado iPhone 17 Air de Apple. Al fin y al cabo, por un precio inferior se obtiene una lente adicional y una batería más grande, razones convincentes para pensárselo dos veces.
Estrategia de marketing: Ocupar un nuevo nicho
Samsung no se limita a lanzar dardos a la pared con la esperanza de que algo se pegue. Mrwhosetheboss argumenta que el S25 Edge se dirige directamente a clientes preocupados por el estilo que no necesitan todas las funciones posibles. Si no eres un obseso de las cámaras o un usuario pegado al medidor de batería, el formato delgado puede ser suficiente para justificar el precio.
Este movimiento está en línea con una tendencia en ciernes hacia los teléfonos ultradelgados, y se rumorea que Apple seguirá su ejemplo. CNET destaca que Samsung podría ser el pionero de esta categoría en lugar de un imitador. Si la delgadez se convierte en el próximo gran argumento de venta, el S25 Edge podría marcar la pauta de los futuros diseños del sector.
Reacciones de los usuarios: Sentimientos encontrados
La reacción de los críticos estadounidenses está dividida. Algunos, como The Verge, advierten que la duración de la batería y la flexibilidad de la cámara se ven comprometidas "por un poco más de delgadez". Otros, como ZDNET, aprecian la apuesta de Samsung por un dispositivo ligero y aerodinámico diseñado para el gran público.
MKBHD se sumó con su propia opinión equilibrada: le gustó el manejo de la Edge pero no echó de menos el teleobjetivo o la batería más grande que le faltaban tanto como pensaba. Eso resume el sentimiento: si encajas en el perfil, te encantará. Si no, prefiere el Plus o el Ultra.
Preocupación por la duración de la batería: ¿Son suficientes 3.900 mAh?
Aunque la belleza se lleva los elogios iniciales, la duración de la batería sigue siendo el elefante en la habitación. MKBHD advirtió: "3900 mAh parecían generosos hace años, pero hoy rozan lo alarmante con pantallas brillantes y procesadores potentes". Como el tiempo de pantalla y el uso de aplicaciones se disparan, quedarse sin batería antes de acostarse podría convertirse en rutina para los usuarios intensivos.
Mrwhosetheboss tiene una visión a largo plazo y predice el remordimiento del comprador cuando la batería se degrada y la fase de luna de miel desaparece. Si alguna vez te has arrepentido de una compra de moda después de que se desvanezca la emoción, puede que aquí también te encuentres lamentando la disyuntiva entre un diseño elegante y la practicidad diaria.
El dilema de la protección: Case o no Case
Uno de los debates más extravagantes en torno al S25 Edge es la conveniencia de utilizar una funda protectora. Como dice Mrwhosetheboss, comprar una funda resistente socava el objetivo de un teléfono ultrafino. Sin embargo, no llevarla aumenta el riesgo de grietas y arañazos, lo que te deja indeciso entre el estilo y la seguridad.
The Verge también señala que una vez que le pones una funda gruesa, el principal argumento de venta del Edge se desvanece, aunque al menos sigues teniendo la sensación de ligereza. Para algunos, ese punto intermedio puede ser un compromiso aceptable; para otros, anula por completo el propósito.
Defender la innovación: La declaración de moda
A pesar de los debates, muchos críticos aplauden la valentía de Samsung para superar los límites. Mrwhosetheboss argumenta que elegir un teléfono por su factor "cool" en lugar de por su funcionalidad no es tan diferente de elegir ropa o coches. Si el diseño te importa tanto como las especificaciones, el S25 Edge es un soplo de aire fresco en un mercado de losas parecidas.
CNET se hizo eco de esta opinión, sugiriendo que el Edge "podría ser una inyección de emoción" en un mar de actualizaciones incrementales. Al fin y al cabo, Samsung ha creado un teléfono pensado para ser visto, tocado y admirado, y eso por sí solo puede ser suficiente para un público concreto dispuesto a pagar más por un estilo sobresaliente.