Por qué el Galaxy S25 Edge de Samsung apuesta fuerte por el diseño ultrafino

Por qué el Galaxy S25 Edge de Samsung apuesta fuerte por el diseño ultrafino

En su último evento de presentación, Samsung presentó oficialmente el Galaxy S25 Edge, y la comidilla de la ciudad es su asombroso chasis de 5,8 mm. Así es, este buque insignia no es una simple actualización, sino uno de los smartphones más delgados del mercado. Aunque es innegable que el diseño es elegante, sigue habiendo dudas: ¿Realmente querían los usuarios un teléfono tan delgado? ¿Y qué lleva a Samsung a superar los límites de la delgadez?

Para averiguarlo, nos sentamos con Jérôme Bloch, Director de Marketing y Estrategia de Samsung Francia. Nos ha explicado por qué el Galaxy S25 Edge no es solo una declaración de diseño, sino también un movimiento estratégico para redefinir los teléfonos de gama alta.

Demanda real del mercado

Cuando empezaron a circular rumores sobre un iPhone 17 Air imposiblemente fino, no pudimos resistirnos a preguntar: ¿Los susurros de Apple incitaron a Samsung a volverse ultradelgada? Bloch descartó rápidamente esa idea. "Diseñar un smartphone es un proceso de meses que no puede precipitarse por los rumores", nos dijo. En el caso de Samsung, el Galaxy S25 Edge lleva más de medio año en desarrollo, mucho antes de que las filtraciones sobre el iPhone cobraran fuerza.

Por el contrario, Bloch apuntaba a una tendencia más profunda: una auténtica demanda del mercado para un diseño llamativo. "Los smartphones se han convertido tanto en un accesorio de moda como en una herramienta de comunicación", explica. "La gente lleva el teléfono a todas partes y quiere algo que no sólo funcione bien, sino que tenga un aspecto fantástico". Según su equipo, los clientes franceses aprecian especialmente el estilo, lo que convierte a Francia en un mercado privilegiado para exhibir un dispositivo ultrafino.

Es una postura atrevida, pero encaja con la imagen de Samsung como creador de tendencias. Al presentar el S25 Edge como lo último en diseño refinado, la empresa pretende captar a los consumidores que equiparan la delgadez con la sofisticación. Aún está por ver si ese nicho se convertirá en la corriente dominante, pero Samsung parece confiar en que el apetito por los gadgets glamurosos es real.

Un teléfono más delgado sin concesiones

Por supuesto, ser delgado es sólo la mitad de la historia. Bloch subraya que Samsung no ha sacrificado la usabilidad ni la duración de la batería por un marco más delgado. El S25 Edge incorpora una gran pantalla de 6,7 pulgadas -exactamente la misma diagonal que el Galaxy S25 Plus- para garantizar una visualización envolvente en películas, juegos y multitarea. "No estamos en el negocio de hacer pantallas más pequeñas, se trata de lograr un equilibrio ideal entre la delgadez y una experiencia de usuario premium", dijo.

Y hablando de gama alta: la batería de 3.900 mAh del S25 Edge ofrece hasta 24 horas de reproducción continua de vídeo. Es cierto que no utiliza la última tecnología de ánodo de silicio-carbono, pero los ingenieros de Samsung insisten en que la célula está optimizada para ofrecer el máximo rendimiento en el menor tamaño posible. "Queríamos que disfrutaras del uso durante todo el día sin sentirte atado a un cargador", añade Bloch.

Aun así, algunos lectores se preguntarán por qué los teléfonos compactos -pensemos en el antiguo iPhone mini o en los Xperia Compact de Sony- no han prosperado. La respuesta es sencilla: la mayoría de los compradores prefieren pantallas grandes, aunque vengan con cuerpos más gruesos. Como señala Bloch, puede que la tendencia a los ultrafinos no satisfaga a todo el mundo, pero encaja perfectamente en el segmento de lujo, donde la estética suele primar sobre la comodidad de uso con una sola mano.

Aprovechar el momento perfecto

Más allá del estilo y las especificaciones, Samsung ve una oportunidad única en el panorama actual de los smartphones. Bloch señaló que, aparte de los dispositivos plegables, no hemos visto muchas evoluciones de hardware importantes desde la era de las pantallas grandes. El mercado de teléfonos de gama alta goza de buena salud, y las ventas del Galaxy S de Samsung siguen subiendo con cada nuevo modelo.

"Nunca ha habido un momento mejor para introducir un diseño sobresaliente", afirma Bloch. Fusionando la capacidad de miniaturización de la marca con el creciente interés de los consumidores por los productos de diseño, Samsung cree que puede abrirse un nuevo nicho premium. "Con el S25 Edge, aspiramos a ser la referencia en diseño de smartphones". Incluso bromeó diciendo que Samsung se convertirá en la primera marca en Francia en lanzar un teléfono insignia de menos de 6 mm, un hito que espera que resuene con fuerza entre los compradores preocupados por el estilo.

Curiosamente, esta no es la primera incursión de Samsung en la delgadez. La compañía nos recordó el Galaxy S II original, que presumía de un delgado perfil de 8,49 mm allá por 2011. Aquella época provocó la primera oleada de teléfonos ultrafinos; ahora Samsung apuesta por un renacimiento del diseño delgado. Tanto si se trata de una moda pasajera como de un movimiento duradero, el Galaxy S25 Edge definitivamente vuelve a centrarse en la forma y el estilo.

Una cosa es segura: si lo que buscas es un smartphone que haga una declaración audaz cada vez que se desliza en tu bolsillo, el S25 Edge está diseñado para impresionar. Y para Samsung, esa combinación de destreza técnica y estilo inconfundible podría redefinir cómo medimos la elegancia de los smartphones en los próximos años.

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