Los tres grandes de la música llegan a un acuerdo con la IA: qué significa para los artistas

Los tres grandes de la música llegan a un acuerdo con la IA: qué significa para los artistas

Las tres grandes cambian de tono

No hace mucho que Universal Music Group, Warner Music Group y Sony Music Entertainment rechazaban de plano la IA generativa por considerarla una amenaza para los derechos de autor de sus artistas. Advertían de que las pistas generadas por máquinas podrían estafar a los autores y compositores sin pagar un céntimo en derechos de autor. Un año después, esas mismas discográficas están en conversaciones con nuevas empresas de IA para que les cedan la licencia de sus enormes catálogos para entrenarlos y producirlos.

Según Bloomberg, se está negociando con empresas como Udio y Suno para dar a estos prometedores servicios de música por IA acceso oficial a millones de canciones. ¿El objetivo? Acabar con los cientos de demandas que acusan a las firmas de IA de infracción de los derechos de autor al tiempo que se establece un marco que garantiza que los artistas reciban una compensación real por cada muestra o melodía que inspire su trabajo.

Una batalla legal de altura

Desde que la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA) empezó a demandar a los desarrolladores de IA, las apuestas se han disparado. Cada demanda por infracción puede costar hasta $150.000 por canciónSi multiplicamos esta cifra por el número de pistas utilizadas para entrenar un solo modelo, nos encontramos con daños potenciales de miles de millones. Para muchas empresas de IA, este era un momento de vida o muerte.

Incluso pesos pesados como OpenAI han admitido que no se puede construir una IA musical sin recurrir a grabaciones existentes. Esta admisión ha obligado a la industria a actuar: en lugar de defenderse en los tribunales, las discográficas han decidido sentarse a la mesa, negociar licencias globales y tratar de inyectar algo de transparencia en la forma en que se entrenan estos modelos. Es un gran cambio con respecto a la postura del año pasado de "no bajo nuestra vigilancia".

Transparencia y retribución justa

Es probable que estos próximos acuerdos incluyan condiciones claras sobre el uso de los datos: definir qué partes de una canción pueden utilizarse para entrenar la IA, cuánto tiempo puede estar expuesta y cómo se compartirán las obras derivadas con los titulares de los derechos. La esperanza es poner fin a las interminables idas y venidas de los pleitos creando una situación beneficiosa para todos: las discográficas obtienen los derechos de licencia y los artistas se ven beneficiados. ingresos realesmientras que los desarrolladores de IA evitan costosos litigios.

Además, ambas partes abogan por una mayor transparencia. Pronto podríamos ver plataformas de IA que proporcionen registros detallados de las canciones que han dado origen a un nuevo tema, algo así como una nota de presentación digital que da crédito a los creadores originales. Ese nivel de trazabilidad sería una primicia en la música generativa y podría establecer una norma para otros campos creativos como las artes visuales y la literatura.

Impacto en artistas y creadores

Si eres compositor o músico de estudio, este acuerdo podría ser enorme. En lugar de encontrarte con un clon artificial de tu riff de guitarra apareciendo en Spotify sin tu consentimiento, te pagarían cada vez que se utilizara para entrenar a un modelo. Es un salvavidas para los artistas que han estado viendo cómo sus catálogos se desguazaban sin ninguna forma de hacer valer los derechos de autor.

Por otro lado, a algunos músicos les preocupan las implicaciones creativas. ¿Empezará a sonar anticuada la música creada con IA si todo el mundo utiliza las mismas licencias? ¿O podría esto democratizar la creación musical dando a los productores domésticos acceso a sonidos que de otro modo nunca podrían permitirse? Sólo el tiempo -y la letra pequeña de estos acuerdos- nos dirá hasta qué punto está equilibrada la balanza.

El camino de la música con inteligencia artificial

Si se cierran estos acuerdos, el panorama musical de la IA podría cambiar radicalmente. Los sellos ya establecidos dispondrán de una nueva fuente de ingresos y las nuevas empresas obtendrán la claridad jurídica que necesitan desesperadamente para innovar. Podríamos asistir a un auge de las herramientas de composición asistidas por IA que mezclan muestras aprobadas por los sellos con ganchos generados por los usuarios, haciendo que la creación musical sea más colaborativa que nunca.

Aun así, sigue habiendo problemas. Las negociaciones de esta envergadura llevan tiempo, y los sellos independientes más pequeños o los titulares de derechos podrían quedar al margen. Además, no está claro cómo funcionará la concesión de licencias a escala mundial: ¿cubrirán estos acuerdos todos los territorios o quedarán algunas regiones fuera de los límites? De momento, todo el mundo está atento, con la esperanza de que este modelo se convierta en un modelo para la economía creativa en general.

Principales conclusiones

En tan solo un año, los principales actores de la industria musical han pasado de demandar a la IA generativa a unir fuerzas con ella. Con la concesión de licencias de sus catálogos, Universal, Sony y Warner pretenden garantizar una compensación a los artistas y dar cobertura legal a los innovadores de la IA.

Si tienen éxito, estos acuerdos podrían establecer un marco de licencias transparente y justo que equilibre los derechos artísticos con el progreso tecnológico. En el mejor de los casos, los músicos recibirían una remuneración cada vez que la IA utilizara sus creaciones, y los amantes de la música podrían entrar en una nueva era de creatividad impulsada por algoritmos de vanguardia.

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