A última hora de la tarde del 16 de mayo, una oleada de tuits y publicaciones en Reddit comenzaron a inundar a usuarios de todo el mundo que se dieron cuenta de que no podían realizar transacciones con Apple Pay. De repente, los intentos de pagar con un toque en la caja no producían más que crípticos mensajes de error o negativas rotundas. Era como si el monedero digital al que todo el mundo se había acostumbrado decidiera tomarse un descanso imprevisto.
Los usuarios informaron de que en sus iPhones y Apple Watches aparecían alertas como "Pago no completado", "Transacción fallida" o incluso "Servicio no disponible". La interrupción no sólo afectó a los trayectos ocasionales para tomar un café o ir a la compra, sino también a los viajeros que atravesaban las barreras del transporte público, a los comensales que entregaban sus dispositivos en los restaurantes y a todos aquellos que dependían de sus tarjetas y pases de fidelización. En un mundo en el que cada vez se utiliza menos el dinero en efectivo, este contratiempo digital se sintió como un viaje al pasado, a las tarjetas con banda magnética y a la introducción manual del PIN.
Donde golpea más fuerte
Mientras el problema se extendía por todo el mundo, Francia se encontraba en el punto de mira. De París a Lyon y Marsella, los terminales de tarjetas de todo el mundo parecían reírse en la cara de la comodidad sin contacto. Las redes sociales de los usuarios franceses se llenaron rápidamente de anécdotas de cafés fallidos, colas en las cajas atascadas y personal exasperado que se rascaba la cabeza.
Tampoco se trataba solo de la Francia metropolitana, sino que llegaban informes de ciudades más pequeñas y puntos turísticos por igual. Algunos clientes incluso afirmaron que Apple Pay funcionaba un minuto y dejaba de hacerlo al siguiente. A falta de explicaciones oficiales, las especulaciones se dispararon: ¿sobrecarga del servidor? ¿Mantenimiento defectuoso? ¿Un fallo de seguridad? Fuera cual fuera la causa, a los compradores no les quedó más remedio que sacar sus tarjetas físicas o recurrir al efectivo, reviviendo un método de pago que muchos pensaban que estaba en las últimas.
Soluciones y alternativas
Con Apple Pay fuera de servicio, tanto los usuarios expertos en tecnología como los consumidores de a pie exploraron alternativas. Algunos se pasaron rápidamente a Google Pay o Samsung Pay, mientras que otros desempolvaron las aplicaciones de sus bancos que ofrecen sus propias soluciones sin contacto. De hecho, varias plataformas de banca online experimentaron un notable aumento en el lanzamiento de aplicaciones y en las autorizaciones de pagos, ya que los clientes se apresuraron a buscar un plan B.
Para quienes no disponían de un monedero móvil de reserva, fue un regreso a la familiar imagen de la tarjeta de plástico. Las máquinas de chip y PIN se pusieron a trabajar, e incluso los lectores de banda magnética tuvieron su momento de gloria. Algunos comercios, anticipándose al caos, reabrieron temporalmente sus cajas registradoras o instalaron sistemas de escaneado de códigos QR. Aunque estas medidas provisionales mantuvieron las luces encendidas, también nos recordaron lo vulnerables que pueden ser nuestras comodidades de alta tecnología cuando los servidores se quedan a oscuras.
Respuesta oficial y próximos pasos
Por ahora, Apple ha reconocido la interrupción, pero no ha proporcionado un calendario detallado para una recuperación completa. Su página de estado del sistema simplemente indica que Apple Pay está "interrumpido", y la única declaración del Soporte de Apple insta a la paciencia mientras los ingenieros trabajan en el problema. Al más puro estilo de las empresas tecnológicas, el tuit decía: "Estamos investigando y seguiremos trabajando cuando tengamos más información".
Mientras tanto, las entidades financieras y los comercios han seguido de cerca los progresos y han preparado sus propios avisos a los clientes. Algunos bancos emitieron notificaciones push recordando a sus clientes las opciones de pago alternativas, mientras que los comercios ofrecían pequeños descuentos a quienes se vieran obligados a pagar en efectivo como gesto de buena voluntad. Para los usuarios cotidianos, el mensaje clave ha sido claro: tengan a mano sus tarjetas físicas y no den por sentado que su monedero digital siempre salvará el día.
Prepararse para los fallos en los pagos digitales
Este incidente es un recordatorio oportuno de la importancia de contar con métodos de pago de reserva y de mantenerse informado. Incluso los servicios digitales más sólidos pueden sufrir interrupciones, ya sea por fallos técnicos, problemas de mantenimiento o ciberataques. Depender únicamente de una plataforma puede dejarte tirado cuando las cosas se tuercen.
Estos son algunos consejos de amigo para llevar en la cartera y en el teléfono: lleve siempre al menos una tarjeta de pago física, conozca las opciones de monedero electrónico de su banco y esté atento a las páginas de estado oficiales durante un corte. Y si se encuentra atrapado en la cola de una caja, no olvide el viejo recurso: los buenos modales, una sonrisa y un cortés "Oye, ¿podría pagar en efectivo?" pueden granjearle buena voluntad y una transacción rápida. Al fin y al cabo, la tecnología debería simplificarnos la vida, pero a menudo es el toque humano el que salva el día.